O avó es un eucalipto plantado hacia 1880, alcanza 65 m. de altura y tiene un perímetro de 10.5 m. y un volumen de 75,2 m3. Se encuentra en Souto da Retorta.
Anda que también, venir a Galicia, y visitar un eucaliptal...ya te vale. Como te habrás dado cuenta, no hace falta romperse mucho los cuernos para encontrar uno: es que no hay otra cosa, especialmente en la costa, desde Gijón para acá.
Bueno, no solo desde Gijón, en Cantabria también hailos. La verdad es que este tiene la particularidad del tamaño de los ejemplares.
Lo visité dos días antes de volverme a casa y de recuerdo me llevé una contractura de gemelos en la pata izquierda, al dar un salto para subir desde el río sentí un dolor terrible que creí que había roto los tendones por todos los sitios. Creo que fue envidia de tus vacaciones, ¿porque tomaré los malos ejemplos? ;-)
Eso pasa por intentar hacer el burrito sin haber calentado.
Ya te doy yo el diagnóstico: una semana andando como Barbarroja y otra semana que ya la gente no lo nota pero tú aún sí (sobre todo si intentas ponerte de puntillas, subir escaleras...).
Ya va bien, pero estuve unos cuantos días que no veas que suplicio los escalones o las cuestas, luego se quedaba el gemelo como que tenía una prótesis de madera.
O avó es un eucalipto plantado hacia 1880, alcanza 65 m. de altura y tiene un perímetro de 10.5 m. y un volumen de 75,2 m3. Se encuentra en Souto da Retorta.
Anda que también, venir a Galicia, y visitar un eucaliptal...ya te vale. Como te habrás dado cuenta, no hace falta romperse mucho los cuernos para encontrar uno: es que no hay otra cosa, especialmente en la costa, desde Gijón para acá.
ResponderEliminarBueno, no solo desde Gijón, en Cantabria también hailos. La verdad es que este tiene la particularidad del tamaño de los ejemplares.
ResponderEliminarLo visité dos días antes de volverme a casa y de recuerdo me llevé una contractura de gemelos en la pata izquierda, al dar un salto para subir desde el río sentí un dolor terrible que creí que había roto los tendones por todos los sitios. Creo que fue envidia de tus vacaciones, ¿porque tomaré los malos ejemplos? ;-)
Pues tal que yo, compi.
ResponderEliminarEso pasa por intentar hacer el burrito sin haber calentado.
Ya te doy yo el diagnóstico: una semana andando como Barbarroja y otra semana que ya la gente no lo nota pero tú aún sí (sobre todo si intentas ponerte de puntillas, subir escaleras...).
Ya va bien, pero estuve unos cuantos días que no veas que suplicio los escalones o las cuestas, luego se quedaba el gemelo como que tenía una prótesis de madera.
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